6 valores simples para ser una empresa ética

Según el diccionario, la ética es un “conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad”. Pero, ¿cómo funciona la ética en la vida de una empresa?

En una era donde la creciente influencia de los individuos está transformando economías y sociedades, las expectativas sobre las empresas han ejercido una presión excepcional sobre las empresas para que se adapten.

Por este motivo, la ética es un tema que gana cada vez más terreno en las corporaciones, ya sean globales como 3M o pequeñas como una start-up.

En entrevista con Adriana Bittencourt, Líder de Ética y Cumplimiento de 3M para América Latina, conversamos sobre qué significa ser una empresa ética y qué podemos hacer entonces para reforzar estos valores dentro de nuestras organizaciones.

Cuando pensamos en una empresa ética, pensamos en una organización que respeta la comunidad que la rodea, sus consumidores, las leyes aplicables a sus actividades y que, además, se preocupa por el futuro del planeta y el impacto de sus acciones.

Una empresa ética es aquella que trabaja en la cultura, en los procesos, en las relaciones sanas con clientes y proveedores, en las tecnologías, en la diversidad, la equidad y la inclusión, generando cosas positivas para la sociedad, aumentando su bienestar.

Cada vez más, la sociedad espera que las empresas devuelvan valor al medio ambiente y a la comunidad donde operan. Además, una empresa que no tiene un código de conducta, implica un riesgo para quienes trabajan con ella e invierten en ella.

La población en general, especialmente en los países que tienen un mayor nivel de corrupción, ya está saturada. La gente se cansó de ver tantas cosas mal, de ver a alguien beneficiándose en perjuicio de otros de manera equivocada y eso genera un sentimiento de injusticia.

Soy de Brasil, viví en Chile, ahora estoy en México y tengo mucho contacto con otros países de Latinoamérica porque trabajo con ellos, viajo a eventos o conferencias, y esto pasa en varios lugares. Es triste que en muchos espacios exista una cultura de pensar en lo individual y no en lo colectivo, y que no pensemos en los impactos que esto genera en los demás. Pero la sociedad, poco a poco, va madurando. Y la mayoría de la población tiene razón y se está cansando de este tipo de actitud.

En 3M, por ejemplo, nos regimos por 6 valores muy simples, que acompañados de un código de conducta, un exhaustivo análisis de riesgos y un absoluto conocimiento de las leyes, nos guían en nuestro proceder diario.

Estos 6 valores son:

• Sea correcto
• Sea honesto
• Sea justo
• Sea leal
• Sea preciso
• Sea respetuoso

Además, cada persona que colabora en 3M asume estos compromisos:

• Conocer y seguir la orientación establecida en nuestro Código.
• Fomentar un entorno laboral positivo e inclusivo y una cultura de ética sólida.
• Realizar cursos de cumplimiento y obtener certificaciones de manera oportuna.
• Denunciar presuntos incumplimientos de la ley o de nuestro Código, a menos que la legislación local lo prohíba.
• No participar en represalias en el lugar de trabajo.
• Denunciar represalias presuntas o conocidas.
• Cooperar con las investigaciones.

Existen algunos clusters básicos en un Programa de Ética y Cumplimiento. Lo primero es definir un responsable. Puede ser una persona independiente o puede ser una responsabilidad compartida con otro departamento. Puede estar dentro del área de legal o recursos humanos, por ejemplo. Esta persona es quien implementa y monitorea.

Luego hay que realizar un análisis de riesgo: quiénes son sus clientes, quiénes son sus proveedores, se comercializa al sector privado o al gobierno, etc. Esto ayudará a entender dónde se deben implementar procesos, controles y políticas.

Es sumamente importante conocer a la perfección la ley que aplica en el país donde se opera y contemplar si se cotiza en la bolsa de otro país, si se opera en otro país, si las operaciones bancarias pasan por otro país o incluso si los servidores de internet o el email de la empresa están en un servidor en otro país. 

Otro aspecto fundamental es definir cuáles son los valores de la cultura empresarial. Esto debe permear desde los más alto de la esfera hacia cada persona dentro de la empresa.

Una vez definidos los valores, hay que desarrollar un Código de Conducta: un documento escrito con los principales valores, principios y políticas, que la empresa considera importante que su gente conozca y respete. 

Además, hay que mantener a todo el equipo siempre actualizado sobre el Código de Conducta y realizar evaluaciones, monitoreos y auditorías para comprobar que los empleados tienen conocimiento de cada punto y que se está aplicando.

También es primordial investigar a quienes serán nuestros socios comerciales, para al menos identificar cuáles son de riesgo. Incluso definir cada cuánto se actualizará esta información

No olvidar incluir una cláusula de anticorrupción y cumplimiento en los contratos.

Por último, es esencial abrir un canal de denuncia, donde colaboradores, partners comerciales o incluso el público en general, pueda informar inquietudes o preocupaciones de posibles violaciones  al código o a la ley por empleados y colaboradores de la empresa.