La pandemia de COVID-19 ha resultado ser un parteaguas mundial que ha traído consigo cambios radicales en diversos aspectos de la vida humana. Entre ellos, podemos encontrar nuevos hábitos de higiene, comportamiento y consumo, los cuales están abriendo paso a una nueva realidad que de manera indefinida cambiará la vida de millones de personas en todo el mundo.

Si bien es cierto que aún no se sabe con certeza cuánto tiempo más pueda durar la propagación de este virus, lo cierto es que diferentes actores como gobiernos, empresas y sociedad, han puesto cartas sobre la mesa para enfrentar de una mejor manera el regreso a esta nueva normalidad.

Por tal motivo, 3M te presenta algunos de los aspectos que están marcando tendencia en varias regiones del mundo y que dan inicio a una nueva era de adaptación y cambios.

Hábitos de consumo

Hasta que no exista una vacuna capaz de erradicar por completo el COVID-19, la economía basada en experiencias quedará pausada hasta que exista la certeza de poder volver a reactivar actividades sociales como conciertos, viajes, partidos de fútbol, visitas a centros comerciales o idas a restaurantes, cines y teatros.

Muy por el contrario, los servicios que han registrado un mayor número de ventas durante esta contingencia son los de comercio electrónico, streaming y aplicaciones móviles, ya que los consumidores se encuentran en casa debido a las diferentes medidas tomadas para evitar la propagación de esta pandemia.

Nueva Normalidad: Hábitos de Consumo

De igual forma, quienes no se han quedado atrás son las cadenas restauranteras que han tenido que robustecer sus servicios de delivery de comida o migrar hacia plataformas digitales para dar continuidad a sus negocios y con ello satisfacer la alta demanda que ha surgido a raíz de esta crisis.

Hacia adelante, cuando volvamos a la normalidad, aquellos comercios como restaurantes, hoteles, centros comerciales, supermercados, etc., tendrán que robustecer a su vez las medidas de higiene y sanitización para proteger a sus consumidores. En este sentido, 3M ha dado la vuelta a las soluciones que ya ofrecía a sus socios estratégicos, adaptándose a esta nueva realidad, a través de aumento en el portafolio de productos de limpieza y desinfección, demarcación para procurar el distanciamiento social, entre otros.

Hábitos de limpieza

No es novedad que los cuidados de higiene se volvieron más rigurosos desde que comenzó esta pandemia. Ahora la gente se lava las manos con mayor frecuencia e incluso utilizan gel desinfectante. También se han adquirido nuevas costumbres como es el quitarse los zapatos a la hora de llegar a casa y utilizar soluciones desinfectantes para sanitizar el calzado.

De igual forma, la gente ha comenzado a utilizar cubrebocas y guantes -cuando hay necesidad de salir – para evitar la propagación de COVID-19 y ha decidido como medida de higiene cubrirse con el antebrazo a la hora de toser o estornudar.

Nueva Normalidad: Hábitos de Limpieza

Asimismo, y debido a que el tiempo de sobrevivencia de COVID-19 es de dos a 72 horas, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas, empresas y gobiernos han decidido implementar nuevos protocolos de limpieza y desinfección de espacios para erradicar este virus.

Nuevas tendencias

Es posible que a corto plazo regresen a la “normalidad” diferentes actividades que nos vuelvan hacer sentir que tenemos una vida social. Sin embargo, éstas podrán verse afectadas debido a nuevas medidas y regulaciones que tendrán que ser implementadas para garantizar nuestra salud.

Se habla de que los cines no deberán de superar la mitad de su capacidad o que las reuniones laborales se tendrán que llevar a cabo en salas más grandes y con sana distancia – o, de ser posibles, de manera remota – mientras que los gimnasios solo permitirán el acceso a sus instalaciones a través de un modelo de reservaciones que evite conglomeraciones al entrenar.

Nueva Normalidad: Nuevas Tendencias

También, podemos observar medidas rigurosas que están siendo implementadas por algunos países como Israel, quienes están utilizando la ubicación de los teléfonos celulares de sus habitantes para rastrar a las personas que han estado en contacto directo con portadores de COVID-19. Por ejemplo, tenemos el caso de Singapur que ha publicado en un sitio web información personal de las personas infectadas, dando detalles incluso de donde viven, trabajan y en que centros de salud han estado.

Aún no sabemos cómo será este nuevo regreso, pero si podemos imaginar un mundo en donde para abordar un avión se te pida acceder a tus ubicaciones o que para ingresar al transporte público tengas que escanear un código QR para revisar el estado de tu salud.

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