Diseñando experiencias educativas comunitarias | Parte 2

Durante los últimos 15 años como profesional de la educación, he tenido la oportunidad de trabajar diseñando, participando y promoviendo el acercamiento de diferentes experiencias educativas de STEM al público en general. En mi práctica profesional he distinguido que hay cuatro diferentes modelos de programas académicos.

En esta primera etapa, los alumnos tienen la capacidad de explorar diferentes acercamientos a las ciencias y tecnologías para hacer noción y descubrir la fenomenología del mundo que les rodea. Por lo regular estas experiencias son para alumnos principiantes y son guiadas por adultos en donde el instructor acompaña al estudiante guiándolo en las actividades y explicando lo que sucede a su alrededor. El estudiante explora por métodos hands-on, modelos científicos que pueden ser replicados a una menor escala para ser entendidos.

Durante los últimos dos años hemos trabajado en un equipo colaborativo en Freeport Texas junto al staff de la escuela pública Freeport Elementary e ingenieros voluntarios de Olin y Dow Chemical, un programa académico llamado STEM Nights; en donde una vez al mes la escuela se transforma en un museo interactivo explorando diferentes temas y carreras profesionales disponibles en las empresas de nuestra comunidad y donde nuestros alumnos pudieran trabajar cuando sean mayores.

En la etapa de identidad, por su edad y experiencia de vida, el alumno tiene noción y sabe en cierta medida cómo funciona el mundo que le rodea. A su vez es capaz de hacer inferencias sobre cómo funcionan algunos modelos y como funcionarían si se modifican y suprimen algunas variables. En esta etapa, los alumnos pueden visualizar conceptos de causa y efecto y explicar sus observaciones al alterar variables para obtener diferentes resultados. En general, los alumnos que participan en experiencias STEM que pudieran englobarse como de identidad, se encuentran, pero no se limitan a las edades de la secundaria y preparatoria. En estas edades, los alumnos comienzan a desarrollar tanto su personalidad, como sus gustos y preferencias personales, mismas que pueden nutrir y dejar huellas únicas en sus proyectos.

También los alumnos comienzan a indagar de una manera más profunda en áreas afines a sus intereses, por ejemplo, habrá estudiantes que se inclinen más por la robótica que por la química o la biología. Al desarrollar experiencias STEM para este grupo demográfico, es importante tener un abanico de oportunidades para que los alumnos comiencen a identificar qué les gusta y para qué son buenos.

Es recomendable que los programas que se desarrollen para estas etapas contemplen que los alumnos puedan desarrollar productos originales aplicando las disciplinas STEM y a su vez ser libres de elegir y plasmar su personalidad para obtener productos finales y para que desarrollen su trabajo de manera más significativa.

El pasado Julio del 2019, tuve la oportunidad de desarrollar un taller para estudiantes en México en las instalaciones del Tecnológico de Monterrey campus Cuernavaca. El objetivo fue que los estudiantes desarrollaran conceptos de hábitats lunares en realidad virtual y realidad aumentada utilizando un marco de trabajo de start-up. Este trabajo fue sometido como propuesta para la conferencia SEEC 2020 en Space Center Houston junto con Lisa Spence, Ex-Subgerente de Elementos Análogos de Vuelo para el programa de investigación humana de la NASA (HERA).