En la voz de…


Los científicos del mañana nacen en casa

José Varela

Por: José Varela

Vicepresidente para Latinoamérica de Asuntos Corporativos y Gobierno y Director General de México en 3M

El mundo se enfrenta a un sinnúmero de desafíos que requieren de la destreza científica para atender y resolver grandes problemáticas como es el cambio climático, la transición energética, la disminución de la pobreza, y más recientemente el desarrollo de una vacuna capaz de erradicar la pandemia mundial por Covid-19. Estos desafíos requieren de una nueva generación de científicos que, con brillantez, creatividad y pasión, contribuyan a crear un mundo mejor.

Para lograr esto, se requiere incentivar el interés científico desde la infancia. Es por ello que se debe procurar desarrollar plataformas de educación que apuesten por la creatividad, y por la explicación de los fenómenos que forman parte de la vida cotidiana de las niñas y niños.

De acuerdo con el sitio especializado, First Discoverers, brindar oportunidades para el descubrimiento científico en entornos de la primera infancia, ayuda a fomentar un amor por la ciencia de por vida, además de que les proporciona una base sobre conceptos y pensamientos científicos, que ayudan a reafirmar el desarrollo de otras habilidades y atributos; como destrezas de comunicación y colaboración, prácticas de trabajo en equipo y perseverancia, así como habilidades analíticas, de razonamiento y resolución de problemas.

Otro ejemplo importante, es que el interés temprano por la ciencia puede detonar el gusto profesional hacia ciertas disciplinas en un futuro. De acuerdo con Learning Liftoff, lo que aprenden los niños durante sus primeros años de vida, contribuye en sus intereses profesionales del mañana. “Las investigaciones han demostrado que los estudiantes comienzan a desarrollar un interés en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) Durante los años que cursa en su educación básica. Tener interés y conocimiento en estas áreas, brinda oportunidades profesionales futuras”.

De la mano con lo anterior, y con motivo del día mundial de la ciencia para la paz y el desarrollo, en 3M lanzamos hace un par de semanas nuestra plataforma educativa “Ciencia en Casa”, la cual está dirigida a profesores, padres de familia, y estudiantes de entre 6 y 12 años, en donde se brinda un catálogo de videos educativos, y experimentos científicos -fáciles de realizar desde el hogar- mismos que pueden ser realizados con artículos domésticos, y cuyo principal objetivo es reforzar los principios científicos básicos.

Para este esfuerzo, se trabajó de la mano con varios influencers y edutubers de América Latina creadores de contenido centrados en cultura, ciencia y educación. De esta manera, los niños de la región, que están pasando por largas temporadas de encierro, debido a la emergencia sanitaria mundial, podrán aprender, de forma sencilla, temas científicos relacionados con el calentamiento global, la astronomía, el magnetismo y las reacciones químicas, entre otros.

En una ocasión, el explorador marino Jaques-Yves Cousteau dijo “¿Qué es un científico? Es un hombre curioso que mira a través del ojo de una cerradura, la cerradura de la naturaleza, tratando de saber qué es lo que sucede”.

Esa frase me hace reflexionar, sobre el papel que juega el rol científico, y de cómo lo podemos relacionar con la curiosidad innata de los niños. Al final, un científico pasa a su vida explorando los recovecos de la existencia, al igual que un niño que colecciona insectos, explora cuevas o no deja de preguntar a sus padres sobre los fenómenos que lo rodean. La clave está en hacer que esa creatividad no se pierda y, al contrario, pueda derivar una vocación científica.

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