Cascos, ropas reflectantes, protección auditiva y ocular son algunas cosas que hacen que nos sintamos más seguros en el trabajo. Pero reuniones, informes de avance y críticas constructivas también ayudan. Nuestro bienestar mental es tan importante como la salud y seguridad físicas y, para muchos de nosotros, esos son problemas actuales en la vida cotidiana.
Reducir y evitar el estrés en el trabajo son cosas que están al alcance de todos. Aquí van cinco consejos para comenzar.
1. Sé claro
En el trabajo, a la gente le gusta “salir en la foto”. La sensación incómoda de que algo importante, que tú no sabes, puede estar ocurriendo o el descubrimiento repentino de que algo ya ocurrió, puede ser que realmente sea una de las principales causas de estrés. Si tú eres líder, puedes ayudar siendo más transparente con relación a la dirección que un proyecto está siguiendo.
2. Planea de forma realista
Otra causa importante del estrés es el volumen de trabajo. Puede ser estresante si las fechas cambian constantemente, pero el volumen de trabajo no, o si los empleados tienen que cumplir plazos inalcanzables. La solución es simple: un enfoque realista y flexible sobre la distribución de tareas es un gran alivio. Tienes que establecer objetivos y plazos realistas tomando en cuenta la opinión de todos los miembros del equipo, reevalúa y redistribuye el trabajo si llegan a cambiar los requisitos.
3. Cuida tu ambiente de trabajo
La limpieza y la organización pueden tener un efecto calmante en un día de locos. Algunas veces es posible mejorar el lugar de trabajo instalando una iluminación más clara y templada o permitiendo que los empleados personalicen su espacio personal. El resto del tiempo, prepara a los empleados con soluciones para manejar la sobrecarga sensorial a través de, por ejemplo, tapones o audífonos.
4. Colabora y reconoce a los demás
El lugar de trabajo es una comunidad y se vuelve más liviano cuando todos colaboran y trabajan juntos, como un equipo. Ser justo con todos y alentar a las personas para que se traten bien los unos a los otros es apenas el primer paso. Garantizar un buen equilibrio en la vida profesional, reconocer a los que realizan un buen trabajo y ser complaciente cuando las personas pasan por situaciones difíciles harán que todos se sientan más felices y confortables.
5. Permite que todos participen
Las preferencias y necesidades de cada empleado son diferentes, por lo tanto, la participación de las personas en decisiones importantes ayudará a que los empleados compartan ideas y se sientan valorados. Eso puede ser de gran utilidad cuando se trate de establecer planes de trabajo, pedir sugerencias en reuniones generales de la empresa, permitir que las personas trabajen a su manera o informar a las personas de cambios en un proyecto.
Fuente: “Stress prevention at work checkpoints.pdf”, International Labour Office, Geneva.