Es probable que alguna vez hayas visto un anuncio de trabajo pidiendo curiosidad como parte del “paquete de cualidades” deseado: “Para el puesto se requiere (elige el que más te guste) una pasión por el aprendizaje; una sed de conocimiento; una mente inquisitiva; curiosidad práctica, junto con un pensamiento innovador y creativo, y la capacidad de pensar “outside the box”.

De manera intuitiva suponemos que existe una fuerte asociación entre curiosidad y creatividad, pero en 2017 un equipo de investigadores de EE. UU, se dedicó a estudiar este vínculo y en cómo la creatividad se ve afectada por dos tipos de curiosidad.

Un tipo de curiosidad es la curiosidad general. Esta forma de curiosidad se asocia con intereses bastante amplios y variedad de información novedosa. Enfatiza la amplitud en lugar de la profundidad de la exploración. La curiosidad general nos lleva a disfrutar de aprender sobre temas nuevos y desconocidos o conceptos abstractos.

Un segundo tipo de curiosidad es la curiosidad específica. Se asocia con los esfuerzos por aprender o adquirir tipos particulares de información. Esta forma de curiosidad se asocia con una forma más centrada de búsqueda cognitiva. Es la que nos lleva a intentar resolver un acertijo desconcertante en particular, o a descubrir con precisión cómo funciona una maquinaria complicada.

Los investigadores descubrieron que la curiosidad general condujo a una mayor búsqueda de información que, a su vez, condujo directamente a una mayor creatividad. Pero la curiosidad general también tomó un camino menos directo. La búsqueda de información contribuyó a una generación de ideas más profunda, impulsando indirectamente la creatividad. La curiosidad específica sólo tuvo un efecto débil en la generación de ideas, aunque eventualmente también promovió la resolución creativa de problemas.

Aunque estos resultados son sólo para un estudio que utilizó un paradigma basado en el laboratorio, los hallazgos destacan algunas lecciones prácticas para nosotros:

Es importante tomarse el tiempo para analizar completamente o explorar un problema creativo al que nos enfrentamos. La búsqueda de información importa. Necesitamos darnos el tiempo y el espacio para obtener una buena comprensión del contexto en el que está incrustado nuestro problema.

No deberíamos tratar de ser demasiado estrictos en lo que dirigimos nuestra atención durante nuestros intentos iniciales de generar ideas. Aunque puede parecer que vamos a hacer un mejor progreso al limitar cuidadosamente nuestra atención a la naturaleza precisa del problema en cuestión, esto puede resultar contraproducente. Al centrarnos de forma restringida, es posible que nos perdamos de encontrar y desarrollar opciones menos obvias que, a largo plazo, nos lleven a soluciones más originales y de mayor calidad.

Fuente: “Creativity – what’s curiosity got to do with it”, Pshycology Today.