Impulsa la creatividad y la productividad

Muy a menudo productividad y creatividad se asimilan como conceptos contrapuestos. Sin embargo, puedes potenciarlos a la vez en tu día a día para obtener resultados óptimos, trabajar con más eficacia y tener más ideas para tus proyectos.

Se dice que desde nuestra tierna infancia perdemos un apabullante 96% de nuestra creatividad. ¿Mala cifra, eh? Mientras que en la vida adulta ignoramos el potencial de la imaginación, las distracciones constantes provocadas por los múltiples estímulos o el imperio de la tecnología constante en nuestra rutina merman nuestra productividad y provocan que nuestro rendimiento descienda. Hoy traemos dos buenas noticias: trabajar más tiempo y más duro no es la única forma de ser productivo, y pensar de forma creativa puede lograr resultados sorprendentes.

La creatividad y la productividad no son dos fuerzas opuestas y todo depende de cómo enfoques tu trabajo: te daremos consejos para mejorar el entorno y los procesos para que seas más productivo valiéndote de la creatividad, obteniendo mejores ideas, detectando los momentos álgidos en los que rindes bien y buscando alternativas para solucionar los problemas y conflictos que surjan a nivel profesional.

1. Estado de distancia psicológica.

En algunas ocasiones, puedes abordar mejor un problema cuando estás más alejado de él, por ejemplo en la ducha, antes de dormir o haciendo deporte. La distancia psicológica ayuda a la creatividad, según el profesor de psicología Lile Jia, ya que nuestras mentes son más propensas a pensar creativamente sobre cosas que no estamos experimentando en este preciso instante. Puedes reformular cada tarea abordando la cuestión como si fuera hipotética, improbable, futurista, distante o irreal, poniéndote en la piel de otra persona y programando descansos regulares entre proyectos.

2. Sincroniza las tareas con tu reloj productivo.

La creatividad disminuye y fluye de forma natural durante las horas punta o la hora del día en la que eres más productivo, que varía según la persona. Tratar constantemente de trabajar en contra de su reloj y ritmo natural puede significar pérdidas importantes de productividad. La mayor parte de ciclos de productividad se basan en los ritmos circadianos y tienen lugar durante 90 y 120 minutos varias veces al día. Es tu tarea investigar cuáles son tus momentos álgidos de energía, concentración y motivación para registrarlos en una hoja de cálculo, encontrar patrones y así, programar tareas administrativas o más suaves para los momentos bajos y tareas que requieren más pensamiento para las horas pico.

3. Acota los recursos como incentivo.

La creatividad tiene un fuerte componente situacional y puede cultivarse. Por ejemplo, si le pides a un arquitecto que diseñe una casa sin presupuesto definido o con demasiados parámetros, probablemente obtendrás un collage de buenas ideas y un diseño de casa genérico. Sin embargo, acotando el presupuesto, y poniendo algunas especificaciones de edificios ecológicos de alta gama, prosperarán las soluciones creativas, unidas a un mejor diseño. Aplica esta máxima a tu trabajo, concibiendo cada proyecto como un desafío en el que debes producir buenos resultados con un enfoque creativo.

4. Optimiza tu equilibrio neuroquímico.

Para que tu productividad creativa fluya necesitas serotonina y dopamina. Un paso importante es ahuyentar el estrés, ya que sus hormonas -la adrenalina y el cortisol- ahuyentan los efectos de la serotonina y además, provocan una presión arterial más alta que disminuye la capacidad general de su cerebro para relajarse y concentrarse en el trabajo cognitivo. Si tu cuerpo desvía energías en el estrés, la expresión creativa y la productividad sufren. Busca tus picos altos de serotonina -que son más habituales por las mañanas-, y aprovecha la sensación de estar relajado y a la vez seguro, inspirado y enérgico. Para ello, busca alimentos ricos en proteínas y saludables para tu cerebro, practica deporte y establece rutinas regulares de sueño.