12 acciones para generar una cultura de la innovación dentro de tu empresa

Retener el talento.
Para las grandes ideas, el eje recae en el talento: cómo lo adquirimos y cómo lo retenemos. Por este motivo, es clave realizar esfuerzos para retener el talento que realmente vale la pena, a esas personas que generan ideas, que no temen a emprender y equivocarse.

Ablandar jerarquías.
Parte de la inversión en innovación y creatividad debe estar destinada a capacitar y reflexionar, junto con los líderes, en cómo ellos pueden dar la bienvenida a ideas a las que quizás hubieran rechazado. Esto significa trabajar con las personas a cargo la capacidad de abrir los oídos a ideas que quizás antes no hubieran escuchado.

Abrir el juego.
Impulsar que las personas creativas de tu equipo conecten con personas creativas de otros rubros, empresas, organizaciones, foros, etc. Hacer sinergia con otros para nutrirse e inspirarse. Moverse en otros entornos.

El talento prospera cuando se realizan esfuerzos para retenerlo, cuando los líderes dejan circular las ideas y cuando la gente talentosa tiene oportunidad de conectar con personas talentosas de otros entornos.

Construir equipos.
Se necesitan dos o tres buenos equipos que puedan llevar a cabo buenas ideas, que hagan apuestas a lo nuevo y sobre todo, que puedan pensar diferente. En general, deben ser equipos heterogéneos, que mezclen perfiles. La diversidad promueve la creatividad. Lo importante no es que logren más resultados o más rápido, sino que generan resultados distintos. Por este motivo, es clave darles el tiempo que requieren.

Clarificar estrategia.
Para la innovación es esencial tener clara cuál es la estrategia de la empresa: qué se quiere lograr y para qué se innova. ¿Cuál es el objetivo de la innovación?

Elegir tecnologías.
No se puede innovar si no se incorporan nuevas tecnologías. La pregunta es ¿qué tecnologías? Tienen que ser tecnologías que se vinculen con la estrategia. Hay que elegir aquellas que funcionan como herramienta para llegar al objetivo.

Desarrollar la actitud emprendedora.
Premiar a quien emprende. No concebir a quien hace y se equivoca como un fracaso, sino valorar a quien se atreve a probar. Si no, por contraste, va a quedar como premiado quien no se equivocó, porque no probó. Esto generará que la gente no se anime a probar.

Invertir en probar.
Fomentar una cultura del prototipo. Tener una cantidad de recursos destinados a averiguar si algo funciona. Teniendo en cuenta que cuando algo no funciona, de todos modos, hay aprendizaje, porque así se va construyendo la innovación. Dejar de invertir tiempo y recursos en discutir ideas. Mejor probar en chiquito. Difícil, porque el que prueba y se equivoca está visto como fracaso.

Salir a buscar ideas.
La forma de encontrar ideas es buscar gente que prueba y apuesta. Para acercarte a la innovación hay que ponerse en contacto con gente que genera ideas independientemente. Esto se llama innovación abierta. Hay que pensar en asociaciones, incorporaciones, inversiones con emprendedores y start-ups. Esto permite rodearse de gente que aunque técnicamente no son empleados de la organización, rodean a tu empresa y la alimentan de una cultura de innovación.

Cuidar los micro-entornos.
El micro-entorno el modo en que una persona se motiva todos los días. Estos micro-entornos, en general, son las personas que todos los días comparten el día a día. Esas personas inciden en el humor, en la motivación, en la intención creativa. Los buenos líderes deben estar preparados para generar buenos micro-entornos. Esto se logra generando metas claras, autonomía para lograr esas metas y dar buen feedback para corregir.

Difundir valores.
El microentorno va a estar definido también por los valores de la empresa. Debe ser explícito que es lo que la empresa más valora. ¿La calidad? ¿El crecimiento? ¿Determinado grupo de clientes? Para que la creatividad tenga claro en qué enfocarse, es necesario que la empresa debe dejar claro a qué se le da más valor.

Ejercitar la creatividad.
Hay muchas técnicas para entrenar a la gente en la creatividad y practicarla como un juego, como una manera de resolución cotidiana. Algunas técnicas son: mind mapping, brainstorming, cinética, SCAMPER, etc. La creatividad se fomenta para conseguir grandes ideas para la empresa, pero también para conseguir ideas para la resolución de retos diarios y para que cada persona pueda resolver sus propios desafíos y se sienta motivada. Crear motiva y somos más creativos cuando estamos motivados. Este es el círculo virtuoso dentro de la cultura innovadora.