Los Días Internacionales existen para sensibilizar al público en general acerca de temas de interés. El objetivo es doble: por un lado que los gobiernos tomen medidas, y por otro que los ciudadanos conozcan mejor la problemática y exijan a sus representantes que actúen.

El 10 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo. Para celebrar este día, la UNESCO organiza actos que promueven el acercamiento de la ciencia a la sociedad. Este año la premisa es “La ciencia abierta, no dejar a nadie atrás”. Este 2019 se hace especial hincapié en el concepto de “ciencia abierta”, no sólo en el sentido de apertura para la comunidad investigadora, sino que se refiere a una ciencia abierta en cuanto a ciencia accesible a la sociedad.

A pesar de que la comunicación abierta de los datos científicos, resultados, hipótesis y opiniones se encuentra en el corazón del proceso científico, todavía existen grandes disparidades entre y dentro de las diferentes regiones y países cuando hablamos de acceso a la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI).

Por otro lado, así como se menciona en la segunda edición del Índice del Estado de la Ciencia, una de las principales barreras para que la ciencia llegue a la gente es la forma de comunicarla. Este estudio abarcó más de 14 países y casi el 60% de las personas entrevistadas perciben a los científicos como inalcanzables y más del 80% cree que deberían hacer que la ciencia esté más relacionada con la vida cotidiana.

En este contexto, Open Science (ciencia abierta) es un creciente movimiento mundial para hacer que la investigación científica y los datos científicos sean accesibles para todos.

Entre todos podemos lograr que la ciencia abierta sea una realidad, que se convierta en la herramienta que haga que la ciencia sea más accesible, el proceso científico más inclusivo y los resultados científicos más cercanos y accesibles para todos.